Conjunto residencial exclusivo de 20 viviendas pareadas situado en Camiral Golf & Wellness, que redefine la relación entre arquitectura y naturaleza mediante un diseño que se adapta al terreno e invita a vivir en calma, luz y paisaje.
Ginesta Villas es mucho más que un conjunto residencial: es una manera de habitar el paisaje. Situado en el límite oriental de Camiral Golf & Wellness, este proyecto de 20 viviendas pareadas parte de una premisa clara —desconectarse del ruido y reconectar con el entorno natural— y lo resuelve con una arquitectura integrada, serena y funcional.
El proyecto se organiza en 10 unidades apareadas formadas por dos viviendas unifamiliares, que se despliegan en terrazas sobre una parcela de topografía marcada, aprovechando el desnivel del terreno para escalonar las volumetrías y garantizar privacidad, vistas abiertas y máxima exposición solar. El acceso principal se produce por el punto más elevado de la parcela y un vial interior conecta con los garajes privados, ocultos bajo una gran zona verde comunitaria.
Las viviendas se disponen en forma de abanico, orientadas hacia el paisaje del campo de golf, con una arquitectura inspirada en los estratos de la tierra: muros lineales de color crema texturizado que se desplazan entre sí, generando sombras, profundidades y un efecto vaporoso que diluye los límites entre edificación y naturaleza. Las pérgolas horizontales unen las dos unidades de cada bloque, favoreciendo la continuidad visual y aportando carácter al conjunto.
Cada vivienda se estructura en tres niveles: una planta principal con zona de día, dormitorio y acceso directo al jardín privado con piscina; una planta superior con dos suites, una de ellas con una gran terraza-mirador; y una planta inferior con un dormitorio adicional, sala polivalente, baño completo y sala técnica, todo articulado en torno a un patio central que actúa como pozo de luz y eje de conexión visual entre plantas.
La vegetación no es un añadido, sino una parte fundamental del proyecto: se ha mantenido una amplia proporción de terreno sin urbanizar y las áreas comunes se convierten en espacios verdes que conectan, humanizan y dignifican el acceso a cada vivienda. La propuesta huye de la típica agrupación de unidades independientes para ofrecer una experiencia residencial más fluida, abierta y respetuosa con el paisaje.
Ginesta Villas es una arquitectura discreta y elegante que busca fundirse con el entorno, ofreciendo calidad, confort y una nueva manera de habitar el límite entre naturaleza y arquitectura.
Para el equipo de Cercle Gespromat, encargado de la coordinación de la ejecución de la obra, este proyecto ha supuesto un reto apasionante y estimulante. La complejidad topográfica del terreno, la precisión constructiva requerida y la voluntad de integración paisajística han exigido una estrecha complicidad entre promotores, arquitectos, técnicos e industriales. Por ello, queremos reconocer especialmente la sensibilidad y el rigor de LaGula Arquitectes, que han hecho posible que esta arquitectura respire con el lugar, fusionando la construcción con el paisaje.
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